sábado, marzo 04, 2006

Vecinitos, vecinitos...

Ruidos innombrables, King Áfrika llevando la batuta
a las dos de la madrugada.

Vidrio quebrado, gritos desaliñados
a las dos de la madrugada.

Una voz en el cielo clamando por más alcohol
a las dos de la madrugada.

La cama me acoge, el sueño me inunda
a las dos de la madrugada.

Los animales mantienen su jolgorio en el patio
a las dos de la madrugada.

Mi cerebro va a estallar ¡Quiero dormir!
a las dos de la madrugada.

A las dos de la madrugada, a las dos en punto de la madrugada.


(Dedicado a mis vecinos)

Villalobos

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

muy bueno, si señor

7:03 p. m.

 

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