viernes, febrero 24, 2006

Muchacho pretencioso que pretende parecer tan serio.

A quince minutos más allá de la frontera las sombras son más alargadas y los vientos calurosos del sur mecen suavemente la autopista. Puedes conducir durante horas por la autopista a quince minutos al sur de la frontera y después dormir arrullado al sopor del sol golpeándote la cara. Suena música suave en la radio durante la noche y no suena nada durante el día. Te sientes poderoso cuando conduces por la autopista porque apenas hay tráfico, sólo lunáticos músicos que cantan mientras conducen y extrañas formas indefinibles. A veces llueve más allá de la frontera, llueve con rabia. Las primeras gotas se evaporan rápido y crean hilos de humo, como el humo de tabaco,te nublan los pensamientos y te envuelve en sueño.

Quince minutos al sur de la autopista el desierto reina sin discusión, sólo algunas hierbas marchitas amenazan su supremacía. Allí sólo viven grillos de hipnóticos cánticos y luciérnagas que por la noche dedican su baile a las estrellas. En ocasiones ruidos de búhos, no esperes más a quince kilómetros al sur de la frontera.

A quince minutos al sur de la frontera los fugitivos se refugian en cavernas pequeñas y amenazan con su presencia a los pretenciosos viajeros que les miran con desprecio. Nadie puede estar seguro a quince kilómetros al sur de la frontera, el calor nubla los pensamientos que se arrastran despacio en la mente y provocan actuaciones extrañas en la gente. Mucha gente muere a quince minutos al sur de la frontera, pero aún más gente vive matando a los que mueren, eso sí con respeto. Ellos admiran a aquellos a los que matan.

A quince kilómetros al sur de la frontera creció el pequeño muchacho con sombrero rojo que ahora pretende parecer importante. El no es capaz de comprender el nuevo mundo donde vive, él solo trabaja y aparenta. Su padre a quince kilómetros más allá de la frontera vive bajo la amenaza constante de la muerte, pero apenas trabaja, canta a menudo y desde luego no aparenta nada, es un hombre libre y elige libremente lo que hace con su vida, probablemente morirá joven y de forma violenta, pero no parece que eso le importe demasiado.

Todo esto a quince kilómetros al sur de la frontera.

Loma

 
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