miércoles, febrero 22, 2006

Capaces de lo mejor... y de lo peor

El ser humano. O más bien la mente humana, esa discutida quimera que lleva milenios y milenios campando por este pequeño planeta, para bien o para mal. Pues en eso consiste... quizás en la fusión de estos términos, bien y mal. Algo capaz de crear bellezas tales como la Capilla sixtina, Veinte poemas de amor y una canción desesperada o la Saint Chapelle que a la vez puede apretar un gatillo empuñando la mortífera arma contra otro individuo, o firmar una condena de muerte, o provocar el sufrimiento en, ¿inhumanas?, torturas a sus semejantes. ¿Qué cojones somos? ¿Para qué servimos? ¿Acaso tenemos una función específica? Muchos de nosotros pueden disfrutar humillando a sus amistades mientras que otros hallan el gozo en respirar ese aire puro y limpio que sólo se encuentra tras una pesada caminata cuestra arriba hasta las más elevadas cumbres de la naturaleza. Darle una pedrada a un desconocido, correr hasta quedar reventado y yacer en el suelo, hacer el amor, sentirse el rey de la creación torturando a un animal, llenarse la boca de espaguetis con tomate, jugar con eso tan frágil que es la vida, propia o ajena, proclamarse orgulloso el poseedor de la Verdad, arroparse entre las sábanas cuando no puedes mantener los ojos abiertos... son nuestros sentimientos, que nos poseen en vez de nosotros a ellos. ¿Quien nunca ha sentido ilusión? ¿pena? ¿ira? ¿amor?... Quien lo niegue, miente como un bellaco. Quien lo afirme, entre a formar parte de esa especie, tozuda y alegre, resentida y maravillosa, cruel y bondadosa, que muchos vienen a llamar el ser supremo, creado a imagen y semejanza, pero que yo simplemente llamo humanidad.

Villalobos

2 Comments:

Blogger Alberto Gómez said...

Tienes toda la razón: El ser humano tiene en sí a dios y al diablo;lo bueno y lo malo están tan mezclados en nuestro interior que no hay blanco y negro, sino distintas tonalidades de grises. Lo peor de nosotros no es un movimiento externo al que uno se adhiere, lo peor de nosotros es algo tan humano como la bondad. el resto son coharradas cristiano-humanistas.

10:09 a. m.

 
Blogger Los testigos de En-Sof said...

Estoy de acuerdo contigo, señor Maltés, excepto en lo de que lo peor de nosotros es la bondad. No. Lo peor de nosotros somos nosotros mismos.

7:28 p. m.

 

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