lunes, febrero 13, 2006

El mejor concierto de la historia

Imagínese en un concierto punk, rodeado de punkis que llevan su famosa estética punk (crestas de colores y tamaños distintos, chupas de cuero plagadas de imperdibles, botas altas, etc.).

De la plataforma del escenario surgen varios individuos de similar estética que se apoderan cada uno de un instrumento e incluso de los micrófonos, hay dos o tres guitarristas, un bajo y un batería.
Luces de colores les enfocan, también a usted que está entre el público exaltado que da botes y grita eufórico.

La cuerda de la guitarra resuena y todos enloquecen, ha sido simple el primer contacto.
- Esta canción.-Jadea la voz del cantante, de ojos maquillados con khol.- Todos la conocéis, queremos oíros gritar
No hay nadie que no grite, aullando, silbando, pidiendo canciones.
Algo comienza a ser sospechoso cuando usted ve de lejos a un punk llorar, agarrado a un enorme biberón de kalimocho, pero no se hace demasiadas preguntas, a saber por qué lleva un biberón tamaño mamut. Otro se ha metido el pulgar en la boca mientras sujeta un trapo de algún color indefinido.
La música suena en un desgarbado descontrol, el cantante lanza la primera canción al aire:
- ¡¡¡Estrellita del lugar brilla, brilla sin cesar!!! Manda a la tierra tu luz…
Los punkis enfebrecidos siguen la letra cuando el cantante calla:
- ¡¡¡POR EL NORTE Y POR EL SUR!!!
A usted le suena esta canción, pero no cree haberla oído en boca de un grupo punk…será la siguiente canción la que le dé la pista.
- ¡¡¡Eaaaa la naanaaa!! ¡¡Eaaaa la naaanaaaaa!!, el lucerito de…
La multitud canta como si fuese una sola persona:
- ¡¡DE LA MAÑANA!!!

Se ve usted inmerso en una marea humana que se mueve al ritmo de la música, como una duna mecida por la canción y no por el viento.
De pronto todos piden un bis, gritan y corean el nombre de una canción que usted desconoce, lo que no es raro porque tampoco sabe que hace allí. El cantante sudoroso y jadeante alza los brazos.
- ¡¡¡Kamikaze el bajista, ante todos ustedes!!!!
El bajista lleva rastas atadas en una coleta, con su púa hace vibrar las cuerdas del bajo, los punkis reconocen la canción.
- ARROOOOORRÓ ARROOOOORRÓ

Cielos, ahora el espectáculo es terrible, todos alzan sus manos encendiendo los Gusiluz que se mueven en el aire al compás de la canción, como miles de mecheros encendidos.
Es la última y todos están conmovidos, el mejor concierto de la historia… y lo bien que van a dormir todos esta noche.

El monstruo de siete cabezas

 
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