Espejismo de superioridad

Una semilla cae de su origen hacia la fértil tierra. Se hunde entre sus oscuros brazos, buscando el abrigo y el sustento de las profundidades, donde, una vez llegado el momento, estalla con toda la fuerza de la vida rompiendo su cáscara y proclamando a todos los seres vivos su existencia, extendiendo su tallo hacia el generoso sol y sus raíces hacia la generosa tierra. En el paso del tiempo será un secular árbol, gobernando sus dominios desde su majestad y su serenidad.

El día que el ser humano pueda crear algo así, quizás se pueda arrogar el título de "cumbre de la creación". Hasta entonces, basta de someter a la naturaleza con tanta arrogancia y puerilidad, y limitémonos a una relación más fraterna y cordial, propia de iguales más que de señores y vasallos.

Villalobos