domingo, febrero 05, 2006

Religiosidad, libertad de prensa y enrarecimiento del aire

Tengo ganas de agarrar una antorcha, encaminarme hacia el bar de la esquina y prenderle fuego. ¡Que cosas se me ocurren! ¿Eh? Quizás es el gregarismo animal que todos tenemos inerente en nuestro código genético... claro, uno ve por la tele a unos tipos pasándoselo de madre agitando unos palos y tirando ladrillos y le entran ganas de probar, sobretodo teniendo en cuenta la vida tan aburrida que vivimos. Si vivieramos en la edad del hierro ya podría haberme unido a una banda de saqueadores a caballo para robarles grano, vino y joyas a los del pueblo de al lado, o en la edad media podría haberme unido a una cruzada para cortarle el cuello a cualquier carapijo que se me pusiera por delante, o haberme metido a inquisidor para robarle los cuartos a un señor burgués acusándole de judaizante... pero en esta vida que nos ha todado vivir no tenemos emociones fuertes reales. No es lo mismo ver a Bruce Willis pegandoles tiros a unos terroristas que lanzar una bomba sobre Hiroshima tú mismo, así que me reafirmo en tanto a lo de la antorcha.
A ver quien me chista.

Villalobos

 
ecoestadistica.com