domingo, diciembre 03, 2006

Toros y humanos

















La verdad es que me estoy replanteando el tema taurino... y creo que me voy a sumar a esa costumbre. Eso sí del lado del toro. ¿Por qué? Porque, amigos mios, siempre intento ponerme a favor de quien creo debería ganar por justicia - por eso el fútbol me la sopla, ambos equipos lo merecen igual -. Tengamos en cuenta que el torero es un chulo de putas resobao por la prensa rosa y la oficial, el cual acude al evento frotándose las manos porque va a ganar una pasta y como mucho el toro le va a restregar un poco por la arena porque el mozo ya tiene a los asistentes para que le espanten al morlaco por si a éste se le escapa la bravura. Sin embargo al toro se le lleva a la plaza forzado - ¿Qué elección tiene? - en un cajón sin luz, se le atonta con drogas o a mamporros y justo antes de salir a la plaza se le pega una buena ostia en los cojones para que el buenazo se cabrée un poco y salga más con genio que con habilidad. De ahí partimos de una diferencia. Y, como ya he dicho, en el momento del enfrentamiento el torero tiene consigo la calma de saber que va a ser socorrido en cualquier momento que la cosa se le tuerza. Por tanto, como yo me pongo del lado del toro, por su lucha a la desesperada y en total carencia de ventajas, creo que sería justo gritar un "¡Oleeee!" cada vez que el torero vuele por los aires. Gritar un "¡Oleeee!" cuando el cuerno penetre por los tejidos blandos hasta quebrar alguna costilla. Y pedir con un pañuelo blanco que al cadáver del torero se le corte la oreja por una bella embestida. Probablemente los aficionados al toreo no me entiendan, pero es que yo tampoco les entiendo a ellos.

Villalobos

5 Comments:

Blogger Alberto Gómez said...

Bueno, a mí me gustan los toros, pero precisamente porque el toro puede coger al torero. Cierto es que ahora todo está tan amañado que el riesgo y el coraje que antes exigía la profesión se ha perdido. No sé, también me gustaba la antigua estética del torero duro y espartano; otra cosa que se ha perdido

11:10 a. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Torero bueno torero muerto

7:53 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

No entiendo tu falta de comprensión hacia la eficacia del procedimiento, puesto que lleva años aplicándose en otros campos con gran eficacia. En política, por ejemplo, deberías saber que antes de cada intervención pública del señor Acebes, representantes de diferentes medios lo encierran en un toril y también le pegan una buena hostia en los cojones, para que luego aparezca ante la opinión pública con las consabidas mala hostia y poca habilidad que provoquen el cisma semanal que suba audiencias y del que posteriormente participarán los ciudadanos, con mayor o menor idea. La idea de cortarle una oreja al protagonista del espectáculo taurino fue desgraciadamente desestimada...

6:51 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Dónde hay un artículo sobre la muerte de Pinochet??? Exijo carnaza o me marcharé de nuevo en busca de la zorra más barata

6:54 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Yo odio a los toreros. No me sale decir nada más porque si lo intento, la boca se me aturulla los dedos se me agarrotan. Odio a los toreros miles de veces más de lo que ellos odian al toro y de lo que ellos odian su dignidad y su orgullo, que bien saben está por los suelos. De lo cual el toro, uno por uno, no tiene la culpa.

Quizá Joanna se sepa resumir mejor.

5:59 p. m.

 

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