Sobre porqué he decidido hacerme calcolítico

Mi ordenador se encuentra en paradero desconocido - un gulag por lo menos - forzado por un técnico que intenta resolver sus particularidades históricas propias para instaurarle una visión totalitaria de la informática. Éstas particularidades consisten en, según vociferaba su administrador de dispositivos, creer tener dos adaptadores de pantalla cuando físicamente sólo tiene uno. Ésta cualidad inútil y pequeño-burguesa muestra su incapacidad de formar parte de nuestra amable y lubricada sociedad informática, dando lugar a situaciones como un enfrentamiento entre los dos dispositivos - el real y el imaginario... pero, ¿Qué es real y qué es imaginario en este planeta? - que se peleaban por la hegemonía del control de la pantalla. Otras de sus contrarrevolucionarias cualidades consistían en que los lectores de cd y dvd saltaban en huelga a la mínima que se les pidiera su correcto funcionamiento y en que uno de los discos duros, que debería aportar a la sociedad un total de 40 Gb era capaz únicamente, en un paupérrimo acto de rebeldía y de traición al estado, de otorgar 20 Gb.
Por tanto creí oportuno ejecutar la acción metódica y sin sentimiento alguno de entregar esta singularidad propia de tiempos pasados a un proceso de adoctrinamiento feroz, capaz de eliminar de la unidad cualquiera de sus características que constituyera un peligro para nuestro mundo feliz.

Por cierto, tened presente que nuestro mundo se derrumba.

Villalobos