lunes, noviembre 27, 2006

Noticia noticia

El engendro principesco es hembra: No habrá una nueva carlistada... por ahora.

Villalobos

viernes, noviembre 17, 2006

La naturaleza humana

El otro día recibí en mi correo electrónico un mensaje en cadena de una fiel lectora - desde aqui la deseo lo mejor, que hay que ciudar a los parroquianos - en la entre tantas otras cosas de protesta juvenil ofrecía una comida vegana en comunidad. A mi me sonaba que era algo relacionado con el vegetarianismo, pero para no quedar mal y tal me informé. Según la RAE es "natural de La Vega", y como no creo que sea una comida antropófaga rebusqué por otros lares y me enteré que no sólo es vegetarianismo, sino que es un vegetarianismo radical que excluye todo tipo de alimentos procedentes del mundo animal. Ni huevos, ni leche ni queso, ni miel.

Y me puse a pensar, como sapiens que soy, y llegué a esa misma conclusión, que homo sapiens soy. Quizá con ciertos toques neanderthales, no sólo porque se sepa gracias a los análisis de ADN que hace 30 000 años ambas especies se cruzaran, sino por mis propios rasgos faciales - quien me conozca apreciará mi arco superciliar prominente y mi frente huidiza -, pero resumiendo, un especímen de homo sapiens, no puro del todo, pero eso al fin y al cabo. Y como animal que soy, así como animales somos todos, tengo una dieta, y esa dieta es omnívora, y me gusta esa dieta porque sin proteínas animales no hubieramos desarrollado un cerebro capaz de permitirnos elaborar herramientas - no sólo usar palos y piedras, sino darles la forma deseada para nuestros fines -, comunicarnos y crear un mundo artístico, de autoconsciencia y de creencia en torno a nosotros. Y porque me encanta la revolución de los productos secundarios de Sherrat. Y porque soy un predador, como los felinos, los cánidos y otros muchos. Qué le voy a hacer, soy humano, ya la vez que la detesto me gusta la humanidad. Y no os creáis que estoy resentido con los vegetarianos... ¡Qué soy buena gente! solo que pienso estas cosas cuando oigo hablar sobre la "lucha por la liberación animal", porque sabed que, sin haber domesticado - o esclavizado, dependiendo del punto de vista - al perro para ayudar a cazar, a la oveja y cabra para comer, y a los bóvidos para labrar la tierra, el mundo hoy sería muy diferente. No digo mejor ni peor, sólo diferente. Simplemente somos una mota de polvo residente en un "átomo" de metal y roca que gira en torno a una estrella perdida entre millones de millones de millones de ellas, y pasaremos sin pena ni gloria, no tenemos que pasar a la Historia de las Historias como la especie elegida, llena de virtudes, porque si así fuera lo llevamos jodido por lo que hemos hecho.

Por cierto, que esto no sirva para defender las corridas de toros o la peletería por lujo de visones y otros animales, así como la caza de osos ebrios por monarcas bonachones... una cosa es llenarse la panza - necesario - y otra matar por matar - innecesario -. Que tengan ustedes un buen día. Y ahora que lo pienso, hago autocrítica y reconozco que debería comer más fruta y verdura, que hay que llevar una dieta equilibrada.

Villalobos

miércoles, noviembre 08, 2006

Qué cosas

El otro día me encontré una pegatina curiosa, típica de éstas de las campañas publicitarias de las de "te enseño un logo y luego ya te diré lo que anuncia", la cual consistía en un "play" dentro de un círculo negro junto a la palabra "Valladolid". Como ser ajeno a tanta publicidad y a tanta bobada la tiré en la papelera más cercana sin plantearme siquiera a razonar tratando de descubrir el qué podía ser, porque ¿Pa qué? Todo habría quedado en ese simple incidente cuando ayer me fijé en otro anuncio - el muy típico también - que revela cual es el objeto a anunciar de tal campaña. Y resulta que es el Partido Socialista Obrero Español... ni más ni menos. "Soraya Rodríguez, candidata a la alcaldía de Valladolid. PSOE" como si de un champú o un coche se tratara. Yo ya estoy curado de anuncietes políticos, pero lo que se me viene a la cabeza en ese momento es que, tristemente, hemos llegado al punto de que nos tienen que meter el voto en la cabeza como si de una oferta se tratara. De lo vacía de sentido que es al fin y al cabo la política española actual, sea de un partido o de otro. Se va acabando eso de votar a conciencia y en relación con los programas políticos, y se va abriendo el alegre mundo de votar al diseño más bonito, al candidato más guapo y a la mejor camiseta. El alegre mundo de color descerebrado que Miguel Brieva nos muestra cada miércoles en "el jueves" se acerca cada vez a una velocidad más peligrosa a nuestra realidad. ¿Qué ha quedado de aquella época en la que un partido se negaba a formar gobierno en coalición por propia ideología? Ahora todos buscan pillar mordisco del bollo, sea al precio que sea. ¿Qué ha quedado de aquella época en la que los diputados se saltaban la disciplina de partido por votar aquella ley que realmente consideraban correcta? Ya ha perdido todo su sentido debatir una ley en el congreso si nadie va a convencer al otro para votar a favor, salvo honrosas pequeñas excepciones como la diputada pepera Celia Villalobos la cual votó a favor del matrimonio homosexual en contra de la "feroscidad" de su partido... ¿Qué ha quedado de aquellos parlamentos multipartidistas en los que hervía democracia por todas sus paredes?...

Intentaré ser optimista y pensar que en un futuro esta tendencia cambie, que la ciudadanía se conciencie y que utilize esa conciencia para votar acorde a ella, y que los políticos se merezcan la consideración de ser representantes de los ciudadanos en vez de ser una nueva clase dirigente burocratizada que no actúa más que para su cartera y la de sus amigos.

Lo triste es que cada vez que lo pienso no puedo ser optimista.

Villalobos

 
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