lunes, junio 19, 2006

Feéricas Danzas - Capítulo I

Era el cielo opaco, lejano,
Viejo, enfermo, que arropaba,
La luna, hermosa luciérnaga,
Hábil amante de la oscuridad.
Que amamanta a sus hijos
Pequeños, débiles, muertos.
En una tierra llorosa que
Orina con dolor y sangre.

Los insectos subían por las hojas verdes de las rosas
De púas hinchadas,
Pústulas sangrantes que
Dan miedo si las miras.

En el centro del caos de tormentas
Calidas y suaves, de olores intensos y lejanos,
Pútridos, que alientan el vomito.

Salvajes que arrancan lo único que nos queda de brazos de una vela,
La última.
Que iluminó tantas noches lejanas en el tiempo,
Hambrienta de leyendas que
Miran al Padre y ríen y lloran
Sin olvidar u olvidando.

Llenos de colores, de matices que no abandonan
El gris ni el rojo de la herida
De la última espina
Capaz de desangrar un alma,
Cientos de
Lagrimas calidas y saladas que tocas
Con una lengua áspera, que duele.

El monstruo de 7 cabezas

 
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